
MÓDULO 8 – EMOCIONES Y ESTADOS DE ÁNIMO
Las emociones son fenómenos psicofisiológicos que experimentamos como respuestas automáticas a estímulos internos o externos. Son parte integral de nuestra experiencia humana y desempeñan un papel crucial en nuestra vida cotidiana y en el proceso de coaching ontológico.
La naturaleza de las emociones radica en su carácter instantáneo y fugaz. Surgen en respuesta a estímulos percibidos y se manifiestan a través de cambios fisiológicos, expresiones faciales y patrones de pensamiento y comportamiento. Cada emoción tiene una calidad distintiva, como alegría, tristeza, miedo, ira o sorpresa, y nos brinda información valiosa sobre nuestro estado interno y nuestras necesidades.
Las emociones tienen diversas funciones en nuestras vidas. En primer lugar, nos proporcionan una respuesta rápida y automática a las situaciones, ayudándonos a evaluar rápidamente si algo es beneficioso, peligroso o amenazante. Por ejemplo, el miedo nos alerta de un posible peligro y nos impulsa a tomar medidas para protegernos. La alegría nos indica que algo es gratificante y nos motiva a seguir en esa dirección.
Además, las emociones desempeñan un papel fundamental en la toma de decisiones. Nuestras emociones nos brindan información valiosa sobre nuestras preferencias, valores y necesidades más profundas. Nos ayudan a evaluar las opciones disponibles y a elegir la mejor opción en línea con nuestros objetivos y propósitos.
Las emociones son ESPONTANEAS y AUTOMÁTICAS. Tienen un tiempo de duración comprobado científicamente estimado en 90 segundos máximo . Siempre que se dispara una emoción, es esperable que actuemos, pero sin procesos mentales de análisis racional o conscientes.
TIPOS DE EMOCIONES
No existe una emoción en sí misma que sea BUENAS o MALA, ya que todas ellas son parte integral de nuestra experiencia humana al tener un propósito y una función que nos brinda información valiosa sobre nuestro estado interno y nuestras necesidades.
Las emociones son PLACENTERAS o DISPLACENTERAS, esto se determina por la forma en que las percibimos y cómo nos afecta a nivel personal.
Las emociones placenteras son aquellas que nos generan bienestar, alegría, satisfacción y nos hacen sentir conectados y en armonía con nosotros mismos y nuestro entorno.
Las emociones displacenteras son aquellas que nos generan malestar, incomodidad o dolor emocional. Estas emociones, como el miedo, la tristeza, la ira o la frustración, nos indican que algo no está en equilibrio o alineado con nuestras necesidades y valores. Si bien pueden resultar incómodas, es importante reconocer que las emociones displacenteras también tienen un propósito y una función en nuestra vida.
La clave para gestionar las emociones displacenteras radica en aprender a comprenderlas, aceptarlas y explorar qué nos están diciendo. Estas emociones nos brindan información valiosa sobre nuestras necesidades insatisfechas o las situaciones que pueden requerir nuestra atención. Al permitirnos experimentar y expresar nuestras emociones displacenteras de manera saludable y constructiva, podemos iniciar procesos de reflexión, aprendizaje y transformación personal.
Es importante recordar que todas las emociones son legítimas y válidas. Negar o reprimir nuestras emociones displacenteras no nos ayuda a lidiar con ellas de manera efectiva. En cambio, al desarrollar una mayor conciencia emocional y aprender a gestionar nuestras emociones de manera saludable, podemos utilizarlas como guías para tomar decisiones informadas, establecer límites saludables y generar cambios positivos en nuestras vidas.
EMOCIONES BÁSICAS
Las emociones básicas son un conjunto de respuestas emocionales universales que se consideran fundamentales en la experiencia humana. Estas emociones básicas son consideradas universales porque se observan en todas las culturas, independientemente de las diferencias culturales y sociales.
Vamos a mencionar algunas y ver qué es lo que nos vienen a informar.
ENOJO——- Injusticia
TRISTEZA—–Cuando perdimos algo que valoramos
MIEDO——- Peligro
VERGÜENZA– Se hace público algo de lo privado
ENTUSIASMO— Posibilidades a futuro
GRATITUD—- Lo que me conecta con la vida
DIFERENCIA ENTRE EMOCIÓN, SENTIMIENTO y ESTADO DE ÁNIMO
Una emoción es una respuesta biológica y automática a un estímulo, mientras que un sentimiento es la experiencia subjetiva que surge de la interpretación y significado que le damos a esa emoción. Ambos aspectos, las emociones y los sentimientos, son relevantes en el coaching ontológico, ya que nos permiten explorar y comprender cómo nuestras respuestas emocionales y nuestras interpretaciones afectan nuestra forma de ser y relacionarnos con el mundo.
Los estados de ánimo son estados emocionales más duraderos y generalizados que influyen en nuestra forma de percibir y relacionarnos con el mundo, mientras que los sentimientos son experiencias emocionales más inmediatas y específicas que surgen en respuesta a eventos o estímulos particulares. Ambos aspectos, los estados de ánimo y los sentimientos, son relevantes en el coaching ontológico, ya que influyen en la forma en que interpretamos y respondemos a nuestra realidad y pueden ser explorados y gestionados para apoyar el desarrollo personal y el logro de metas.
ESTADOS DE ÁNIMO
Los estados de ánimo, también llamados emocionalidades, son disposiciones emocionales duraderas que influyen en nuestra manera de percibir, interpretar y responder a diferentes situaciones de la vida. Son una forma particular de experimentar y vivir nuestras emociones, y tienen un impacto significativo en nuestra forma de ser y de relacionarnos con el mundo.
Los estados de ánimo tienen la capacidad de predecir y orientar nuestras respuestas emocionales y comportamientos futuros. Si nos encontramos en un estado de ánimo negativo, es más probable que interpretemos las situaciones de manera pesimista y respondamos de forma acorde.
Nuestros estados de ánimo están estrechamente relacionados con nuestras creencias y juicios. Si tenemos creencias negativas sobre nosotros mismos o el mundo, es más probable que experimentemos estados de ánimo negativos. Del mismo modo, nuestros juicios y evaluaciones de las situaciones pueden influir en nuestros estados de ánimo.
Los estados de ánimo no solo afectan nuestra experiencia individual, sino que también tienen un impacto en nuestras relaciones y en nuestro bienestar general.
VIVIMOS CONSTANTEMENTE EN UN ESTADO DE ÁNIMO
SON CONSTITUTIVAS DE LA EXISTENCIA HUMANA.
ESTOS NOS ABREN O NOS CIERRAN POSIBILIDADES.
UN ESTADO DE ÁNIMO DEFINE UN ESPACIO DE ACCIÓN POSIBLE.
CUATRO ESTADOS DE ÁNIMO BÁSICOS
Según Rafael Echeverria en su libro «Ontología del lenguaje» hay cuatro estados de ánimo básicos que marcan la mayaría de las decisiones de nuestra vida.
Primero debemos hablar de dos términos. La FACTICIDAD y la POSIBILIDAD. La factibilidad es todo aquello que juzgamos que no podemos cambiar, mientras que el segundo hace referencia a todo aquello que consideramos que sí depende de nosotros cambiarlo.
Estos cuatro estados de ánimo los vamos a dividir en dos columnas, una estará relacionada a aquellos que consideramos que no podemos cambiarlos y según si nos oponemos o aceptamos estas situaciones externas o juicios variará nuestro estado de ánimo. En la otro columna aparecerán los estados de ánimo que aparecen ante cosas que si somos consiente que depende de nosotros cambiar esos hechos.
- RESENTIMIENTO
Cuando los seres humano luchamos contra cosas que no podemos cambiar y ademas nos oponemos, generemos un espacio dentro del cuál es fácil que se genere el resentimiento.
El resentimiento es una conversación interna en la que consideramos que hemos sido víctimas de una acción injusta. Esto no termina ahí, ya muchas veces viene ligada de una necesidad de venganza o justicia.
Desde este estado de ánimo no podemos generar oportunidades que nos abran posibilidades y nos permitan ver más allá de nuestra realidad actual.
- ACEPTACIÓN
Esto marca una situación diametralmente opuesta a la anterior, incluso partiendo de las mismas aciones que nos llevaron a ese resentimiento.
Estamos en paz cuando aceptamos aquello que no esta en nuestra mano cambiarlo.
No tiene que ver con que no nos moleste aquello que sucedió o aquella decisión que se tomó, tiene que ver con que lo aceptamos, reconocemos que no podemos hacer nada para cambiarlo y aceptamos avanzar con nuestra vida sin llevar ese peso con nosotros.
- RESIGNACIÓN
La resignación aparece cuando me opongo a algo, incluso cuando cambiar eso en el futuro depende de nosotros mismos.
Generalmente la persona no observa su estado de ánimo como resignación, sino como un juicio fundado. También sucede que aunque aceptemos que el cambio depende de nosotros, no sabemos cómo gestionarlo.
No sabemos que hacer, entonces no hacemos nada.
- AMBICIÓN
La ambición se destaca por identificar espacios de intervención que llevan al cambio. Una mirada donde las acciones poseen una gran capacidad generativa y por ende la construcción de nuevas realidades. Estamos aceptando que nuestros estados de ánimo dependen de nosotros mismos. Asumimos una versión responsable de la vida.