
MÓDULO 12 – VERSIÓN RESPONSABLE
La versión responsable nos invita a reflexionar sobre cómo nos relacionamos con nuestra realidad y cómo asumimos la responsabilidad de nuestras acciones, decisiones y resultados. Desde esta perspectiva, reconocemos que somos creadores y responsables de nuestra vida, y que nuestras elecciones y actitudes tienen un impacto directo en nuestro bienestar y éxito. No se trata solo de aceptar las circunstancias que nos rodean, sino de reconocer que tenemos el poder de influir en ellas a través de nuestras decisiones y de la manera en que interpretamos lo que sucede.
Este concepto nos lleva a dejar de lado el papel de víctima y nos empodera como protagonistas de nuestra propia historia. Nos invita a tomar las riendas de nuestra vida, asumiendo la responsabilidad de nuestros pensamientos, emociones y acciones, y comprendiendo que nuestra manera de interpretar el mundo influye en nuestras respuestas y resultados. El lenguaje que usamos, cómo nos expresamos y las palabras que elegimos reflejan quiénes somos, revelando nuestras creencias, valores, fortalezas y debilidades.
Al asumir esta versión responsable, entendemos que nuestras palabras y pensamientos tienen el poder de generar una realidad tanto para nosotros como para los demás. Esto nos abre la posibilidad de ser libres y conscientes, de elegir de manera proactiva y de construir nuestra realidad desde nuestras interpretaciones y decisiones. La versión responsable es, en última instancia, un camino hacia el empoderamiento personal, en el que asumimos la responsabilidad de liderar nuestra vida y transformar nuestra experiencia.
La versión responsable también implica un compromiso constante con el aprendizaje y la transformación. No basta con reconocer que tenemos el poder de influir en nuestra realidad; es necesario actuar con coherencia y valentía, desafiando nuestros propios límites y enfrentando nuestras creencias limitantes. Este enfoque nos invita a cuestionar nuestros patrones automáticos de pensamiento y comportamiento, permitiéndonos evolucionar hacia una versión de nosotros mismos más consciente y alineada con nuestros valores. Ser responsables no es sinónimo de perfección; implica aceptar que, en el camino, cometeremos errores, pero que cada experiencia puede ser una oportunidad para crecer y redefinirnos.
Además, este concepto nos impulsa a reflexionar sobre nuestra relación con el entorno y con los demás. Ser responsables conlleva reconocer el impacto de nuestras acciones en quienes nos rodean y en el contexto en el que vivimos. Desde esta mirada, la responsabilidad no solo es un acto individual, sino también una forma de contribuir al bienestar colectivo. Nuestras elecciones, palabras y gestos pueden generar cambios significativos, tanto en nuestra vida como en la de los demás, promoviendo un círculo de influencia positivo y transformador. Así, la versión responsable se convierte en una invitación constante a liderar con integridad y a construir relaciones basadas en el respeto, la empatía y el compromiso.
ASUMIR LA RESPONSABILIDAD ES UNA ELECCIÓN
ROL DE VÍCTIMA
El concepto de «víctima» es fundamental en el ámbito del coaching ontológico, ya que nos permite explorar cómo nos relacionamos con las circunstancias y los acontecimientos de nuestra vida. Una persona que se identifica cómo víctima tiende a experimentar una sensación de resignación, impotencia, indefensión y falta de control sobre su realidad.
Cuando nos colocamos en el rol de víctima, asumimos una postura de pasividad y responsabilizamos a factores externos por nuestras dificultades o fracasos. Nos sentimos atrapados en un ciclo de quejas, culpas y resentimiento, creyendo que somos meros espectadores de nuestra propia vida y que no tenemos capacidad de influir en ella.
La mentalidad de víctima se basa en la creencia de que las circunstancias determinan nuestro destino y que no podemos hacer nada al respecto. Nos sentimos a merced de los demás, de las situaciones o del azar. Esta forma de pensar limita nuestra capacidad de acción y nos impide asumir la responsabilidad de nuestras decisiones y resultados.
Sin embargo, el coaching ontológico nos invita a cuestionar esta mentalidad de víctima y a adoptar una perspectiva más poderosa y transformadora. Se nos desafía a reconocer que, si bien no podemos controlar todas las circunstancias externas, sí podemos elegir cómo responder ante ellas y cómo construir nuestra propia realidad.
La clave está en pasar de una mentalidad de víctima a una mentalidad de responsabilidad. Esto implica asumir que somos los creadores de nuestra vida y que tenemos la capacidad de elegir nuestras actitudes, acciones y perspectivas frente a las circunstancias. Reconocemos que somos responsables de nuestras emociones, de la forma en que nos comunicamos y de cómo nos relacionamos con los demás.
Al dejar de identificarnos como víctimas, nos liberamos de la sensación de impotencia y nos empoderamos para tomar decisiones conscientes, aprender de los desafíos y buscar soluciones constructivas. Adoptamos una postura proactiva y nos convertimos en los protagonistas de nuestra propia historia.
OPCIONES PARA DETECTAR EL ROL DE VÍCTIMA
Observa tus Pensamientos y Lenguaje: Fíjate si utilizas frases como «No puedo», «Es culpa de…», «No tengo opciones», «Siempre me pasa a mí». El lenguaje de la víctima suele estar cargado de quejas, excusas y falta de poder personal.
Identifica la Queja Constante: Si notas que tus conversaciones giran en torno a quejas, culpas o resentimientos hacia otros o hacia las circunstancias, es probable que estés en el rol de víctima.
Sentimiento de Resignación: Evalúa si sientes que no tienes el control de tu vida, que las cosas «te pasan» sin que puedas hacer nada. La resignación y la impotencia son características comunes de la mentalidad de víctima.
Falta de Responsabilidad: Observa si tiendes a culpar a otros o al entorno por tus problemas, en lugar de asumir responsabilidad por tus decisiones o acciones.
Sensación de Pasividad: Reflexiona si te sientes como un espectador en tu vida, sin capacidad de acción o decisión frente a lo que sucede.
OPCIONES PARA SALIR EL ROL DE VÍCTIMA
Asume la Responsabilidad de tus Pensamientos y Acciones: Reconoce que, si bien no siempre puedes controlar las circunstancias, sí puedes elegir cómo responder. Toma decisiones conscientes y actúa con base en lo que puedes controlar.
Reenfoca tus Pensamientos hacia Soluciones: En lugar de centrarte en el problema o en las causas externas, pregunta: «¿Qué puedo hacer para cambiar esta situación?», «¿Qué opciones tengo?» o «¿Cuál es mi parte de responsabilidad?»
Cambia tu Lenguaje: Sustituye expresiones pasivas y resignadas por un lenguaje más proactivo y empoderador. Ejemplo: en lugar de «No puedo», prueba «Voy a intentar» o «¿Qué puedo hacer para cambiar esto?»
Reformula las Creencias Limitantes: Identifica las creencias que te mantienen en el rol de víctima (por ejemplo, «no soy capaz», «nunca me apoyan») y cuestiona su validez. Busca nuevas creencias que te empoderen.
Practica la Gratitud: Cambia la perspectiva hacia lo positivo. Enfócate en lo que tienes y no solo en lo que te falta. Esto ayuda a romper el ciclo de quejas y a fortalecer una mentalidad de responsabilidad y agradecimiento.
Busca Apoyo y Retroalimentación: Conversa con personas de confianza o con un coach que te ayuden a identificar patrones de victimismo y te orienten hacia un enfoque más responsable y proactivo.
Actúa en Coherencia con tus Valores: Pregúntate qué valores son importantes para ti y cómo puedes actuar en alineación con ellos. Esto te permitirá pasar de la queja a la acción responsable, conectando con lo que realmente te importa.
Celebra tus Logros y Aprendizajes: Reconoce tus avances y aprendizajes, incluso en situaciones difíciles. Cada experiencia puede ser una oportunidad para crecer y salir fortalecido.
El cambio de una mentalidad de víctima a una mentalidad de responsabilidad no es inmediato, pero con práctica consciente, reflexión y acción intencionada, es posible empoderarse y tomar las riendas de la vida.
LA VERSIÓN RESPONSABLE NOS LLEVA A HACERNOS PREGUNTAS.
¿Qué puedo hacer yo para cambiar esto que me preocupa?
¿Cuáles son mis creencias limitantes o pensamientos negativos que me impiden asumir mi responsabilidad?
¿Qué acciones puedo tomar para superar los obstáculos y desafíos en lugar de quedarme en la queja y la pasividad?
¿Cómo puedo aprender de mis errores y experiencias pasadas para crecer y evolucionar como persona?
¿Qué responsabilidad tengo yo en lo que ha pasado?
¿Cuál es mi papel en mis relaciones personales y profesionales?
¿Cómo puedo asumir una postura responsable en mis interacciones con los demás?
¿Cuál es mi responsabilidad en mi propio bienestar físico, mental y emocional?
¿Qué aprendizaje puedo obtener de lo que ha sucedido, que me permita hacer las cosas mejor en el futuro?
¿Qué metas y sueños tengo para mi vida y cómo puedo dar los pasos necesarios para alcanzarlos?
CONTROLO AQUELLO DE LO QUE SOY CONSCIENTE, LO QUE NO CONOZCO ME CONTROLA A MI.