MÓDULO 2: EL COACHING COMO DISCIPLINA

El coaching ontológico es una disciplina que busca acompañar a las personas a comprender cómo interpretan y experimentan su realidad. Se basa en la ontología, que es el estudio del ser, para ayudar a los individuos a ver cómo sus creencias, emociones y lenguaje influyen en su manera de ser y actuar en el mundo.
La idea central es que somos “observadores” de nuestra realidad. Esto significa que cada persona ve el mundo a su manera, según sus experiencias, emociones y creencias. El coach trabaja junto al cliente para que pueda reconocer cómo observa el mundo y transformar esa manera de ver las cosas cuando sea necesario, abriendo nuevas posibilidades de acción y cambio.

“El coaching ontológico, en esencia, es una invitación al cliente para que se conozca mejor, desafíe sus propias creencias y explore nuevas posibilidades de ser y actuar en el mundo. No se trata de ofrecer respuestas o soluciones externas, sino de facilitar un espacio de reflexión y autodescubrimiento que permita al cliente encontrar su propio camino hacia el bienestar y el desarrollo personal.”

EL COACHING ES

-ACOMPAÑAMIENTO PARA ADQUIRIR DISTINCIONES Y HABILIDADES:

El coaching ontológico proporciona al cliente distinciones que le permiten ver su vida y sus desafíos desde una nueva perspectiva. A través del proceso de coaching, el cliente adquiere habilidades para interpretar su entorno y sus propios patrones de conducta con mayor claridad, lo que le permite tomar decisiones y acciones más alineadas con sus valores y objetivos.

-EXPLORAR LOS MODELOS MENTALES PARA LOGRAR UN CAMBIO DE OBSERVADOR:

El coaching invita al cliente a explorar y desafiar sus propios modelos mentales o marcos de referencia, de manera que pueda transformar su forma de interpretar la realidad. Al cambiar el observador que es, el cliente puede ver nuevas opciones, desbloquear potencial y ampliar sus posibilidades de acción. Este cambio de observador permite al cliente reinterpretar situaciones y abrirse a nuevas formas de responder y relacionarse con su entorno.

-SE BASA EN PREGUNTAS E INDAGACIONES:

En lugar de ofrecer respuestas o consejos, el coaching ontológico utiliza preguntas abiertas, profundas y reflexivas para guiar al cliente hacia su propio proceso de autodescubrimiento. Estas preguntas e indagaciones buscan llevar al cliente a cuestionarse y explorar sus propios pensamientos, emociones y creencias. El proceso de indagación ayuda a que el cliente tome conciencia de sus patrones y vea sus desafíos desde una perspectiva más amplia y enriquecedora. Las preguntas no buscan una respuesta única o inmediata; su propósito es abrir el espacio para que el cliente reflexione y llegue a sus propias conclusiones, impulsándolo hacia un crecimiento personal y transformador.

EL COACHING NO ES

-UN CONSEJO, COMENTARIO, MOTIVACIÓN O MENTORING:

El coaching ontológico no consiste en dar respuestas, sugerencias o soluciones al cliente. No es el espacio para que el coach ofrezca su opinión o consejo personal. Tampoco es motivación en el sentido de inspirar de manera efímera o superficial, ni se trata de un proceso de mentoring donde el coach comparte su experiencia o conocimientos. En coaching ontológico, el objetivo es facilitar que el cliente desarrolle sus propias respuestas y soluciones. Esto permite que el proceso de descubrimiento y crecimiento sea genuino y autónomo, fortaleciendo la independencia del cliente.

-PSICOTERAPIA, EDUCACIÓN O EVALUACIÓN DE DESEMPEÑO:

El coaching ontológico no busca resolver problemas psicológicos profundos, clínicos o traumas. La psicoterapia trabaja con el pasado y en la sanación emocional, mientras que el coaching está orientado hacia el presente y el futuro, y se enfoca en acompañar al cliente a identificar y alcanzar sus propios objetivos. Tampoco es un proceso educativo o de enseñanza donde el coach instruye o imparte conocimientos; en lugar de ello, se trata de una conversación exploratoria en la que el cliente es protagonista de su propio aprendizaje. Asimismo, no evalúa el desempeño ni califica al cliente.

-SOLUCIONAR LOS PROBLEMAS DE LOS DEMÁS. NO JUZGA:

El coaching no tiene cómo propósito resolver los problemas del cliente desde la perspectiva del coach, ni ofrecer soluciones desde su visión. En lugar de dar respuestas, el coach crea un espacio donde el cliente puede examinar y entender sus propios desafíos, dándole el poder de encontrar sus propias soluciones. Además, un coach ontológico evita los juicios, manteniendo una postura neutral y respetuosa. No se considera que haya respuestas “buenas” o “malas”; se busca entender y acompañar el proceso del cliente desde la aceptación y el respeto a sus propias experiencias y puntos de vista.

OTROS ASPECTOS FUNDAMENTALES DEL COACHING ONTOLÓGICO

Autonomía del Cliente: El coaching ontológico respeta la capacidad del cliente para encontrar sus propias soluciones, con el coach como facilitador sin imponer respuestas.

Confianza y Neutralidad: Se crea un espacio seguro y sin juicios, donde el cliente puede explorar sus desafíos con respeto y empatía del coach.

Compromiso con el Proceso: El cliente es responsable de su proceso, mientras el coach acompaña con presencia y apoyo constante.

Ética y Confidencialidad: La ética y la confidencialidad garantizan un entorno seguro, con el coach actuando de manera íntegra y profesional.

EL COACHING ES UN PROCESO DE APRENDIZAJE APRENDIZAJE

El coaching es un proceso de aprendizaje experiencial que se centra en que la persona aprenda a través de su propia vivencia, reflexión y toma de conciencia. Este enfoque permite que cada individuo descubra sus fortalezas, debilidades y áreas de mejora, guiándolo hacia la definición y consecución de sus objetivos de manera consciente y alineada con sus valores y necesidades.
El coaching fomenta una auto-reflexión profunda y el auto- descubrimiento, lo que habilita al cliente a tomar consciencia de sus patrones de pensamiento, creencias, emociones y comportamientos. Al cuestionarse y explorar estas dimensiones, el cliente puede identificar cómo sus interpretaciones del mundo influyen en sus resultados, abriendo la puerta a nuevas formas de afrontar desafíos, tomar decisiones y relacionarse con su entorno.
No solo se adquieren nuevas habilidades y competencias que mejoran el desempeño personal y profesional, sino que se promueve una transformación integral del ser, logrando un mayor nivel de autoconocimiento, confianza y responsabilidad. El aprendizaje en el coaching es activo y participativo; no se trata de recibir información pasivamente, sino de explorar, experimentar y aplicar lo aprendido para generar cambios significativos.
El aprendizaje va más allá de la mera acumulación de información; implica expandir la capacidad de acción efectiva y operar de manera más consciente en diferentes dominios de la vida. A través del coaching, el cliente se convierte en un aprendiz continuo, capaz de adaptarse a nuevas situaciones, resignificar sus experiencias y crear un futuro deseado desde su propia transformación personal. Este proceso permite transformar obstáculos en oportunidades de aprendizaje y crecimiento, impulsando al cliente a actuar con mayor claridad, propósito y efectividad en todos los aspectos de su vida.

«Aprendizaje es experiencia, todo lo demás es información»

ALBERT EINSTEIN

BRECHA DE APRENDIZAJE BRECHA DE APRENDIZAJE

Esta brecha se construye a partir del deseo ó de la insatisfacción.

Hablamos de la distancia entre dónde se encuentra la persona en términos de habilidades, conocimientos y competencias, y dónde quiere o necesita estar para alcanzar sus objetivos.

REALIDAD ACTUAL ——-REALIDAD IDEAL

COACHING ES DONDE ACORTAMOS LA BRECHA DE APRENDIZAJE CON NUEVAS RESPUESTAS Y ACCIONES.

La brecha de aprendizaje es la diferencia entre el desempeño actual de una persona y su desempeño deseado o potencial.

La brecha de aprendizaje puede ser causada por diferentes factores, como la falta de habilidades o conocimientos necesarios, la falta de motivación, la falta de recursos, entre otros. La identificación de la brecha de aprendizaje es fundamental para el proceso de coaching, ya que permite al coach y al coachee enfocarse en las áreas de mejora necesarias para alcanzar los objetivos.

Una vez identificada la brecha de aprendizaje, se puede trabajar para desarrollar un plan de acción que permita cerrar la brecha.

Este plan puede incluir diferentes estrategias, como la adquisición de nuevas habilidades y conocimientos, la identificación y superación de obstáculos, la definición de metas y objetivos específicos, entre otros.

«PODER HACER HOY LO QUE ANTES NO SABÍA O NO PODÍA HACER»

DISTINGUIR

Distinguir es separar un elemento específico del «todo» que constituye nuestra experiencia y percepción del mundo. Este proceso de distinción es fundamental para hacer foco y permitir un cambio en la manera en que una persona interpreta y se relaciona con su entorno. Los coaches ontológicos utilizan esta habilidad para acompañar a los clientes en la tarea de observar, identificar y transformar creencias, juicios y obstáculos que limitan su capacidad de alcanzar sus objetivos y su bienestar.
El proceso de distinguir es una habilidad fundamental para cualquier ser humano, ya que nos permite separar aspectos de nuestra experiencia, entenderlos y darles significado. Distinguir es más que observar; es profundizar en la conciencia de quiénes somos, cómo pensamos, cómo sentimos y cómo actuamos. Como seres humanos, nuestra manera de distinguir da forma a nuestra realidad, determina nuestras decisiones y afecta cómo nos relacionamos con el mundo y con los demás.
Saber distinguir implica poner atención a las palabras que usamos, a nuestras emociones, creencias y acciones, y reflexionar sobre lo que significan y cómo impactan nuestra vida. Por ejemplo, distinguir entre «tener miedo» y «sentir inseguridad» puede parecer sutil, pero cada distinción puede llevarnos a acciones diferentes. Al comprender que el miedo puede estar vinculado a una percepción específica y que la inseguridad puede ser producto de un juicio personal, podemos actuar de manera más alineada con lo que queremos y necesitamos.
Cuando distinguimos, aumentamos nuestra capacidad de actuar de manera consciente. La toma de conciencia a través de las distinciones nos invita a cuestionar lo que asumimos como «verdad», resignificar experiencias pasadas y abrirnos a nuevas posibilidades. Este proceso nos ayuda a romper patrones automáticos, a identificar creencias limitantes y a construir un sentido más auténtico de quiénes somos.

EL COACH Y LA HABILIDAD DE DISTINGUIR

Para un coach, la capacidad de distinguir no solo es una herramienta para su propio crecimiento personal, sino una habilidad clave en su rol profesional. Como coach, distinguir significa observar y entender los lenguajes, emociones y patrones de comportamiento de los demás, con el fin de apoyar a sus clientes a alcanzar una mayor claridad y transformación.
El coach debe ser capaz de distinguir sus propios juicios y creencias para no proyectarlos en sus sesiones. Esto requiere un trabajo constante de auto conciencia y observación interna. Cuanto más distingue el coach sobre sí mismo, mejor podrá guiar al cliente a hacer lo mismo.

DISTINGUIR EN EL TRABAJO CON LOS CLIENTES

En el coaching, la capacidad de distinguir es fundamental para que el cliente tome consciencia de cómo interpreta su realidad. A través de una escucha atenta, el coach identifica patrones de lenguaje, emociones y creencias que pueden ser invisibles para el cliente. Al señalarlos, se genera un espacio de reflexión que promueve el cambio, sin juicios ni etiquetas. Esto permite al cliente romper con creencias automáticas y explorar nuevas formas de percibirse y actuar.
Distinguir abre la puerta a una resignificación de la experiencia, identificando obstáculos internos y posibilitando un rediseño de la manera en que el cliente se relaciona con su mundo. Al ser consciente de sus emociones y juicios, el cliente puede decidir cómo manejarlos, potenciando su autonomía, empoderamiento y autenticidad en su camino de desarrollo.